Actividad física en el adulto mayor

La actividad física es un conjunto de movimientos empleados en cualquier momento, ya sea de forma leve  o intensa, como un conjunto de ejercicios realizados en un tiempo determinado o durante un momento de ocio.

Es muy claro que la actividad física ha sido favorable para la salud ya que se ha demostrado que mejora la calidad de vida, incluso es considerada un arma secreta para sentirse mejor, vivir con más calidad y desacelerar el proceso de envejecimiento. Tiene múltiples beneficios, como la prevención de enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes e hipertensión, de igual forma la actividad física forma parte de diferentes tratamientos como la de la ansiedad y depresión.

En muchos casos se subestima la actividad física en el adulto mayor, creyendo que las limitaciones físicas y psicológicas en ellos no les permiten realizar algún tipo de actividad cuando en realidad es todo lo contrario, les permite ser más independientes.

Es importante destacar que para el adulto mayor, la actividad física consiste en actividades recreativas o de desplazamientos, como excursiones caminando o en bicicleta, tareas domésticas como la jardinería, juegos, deportes o ejercicios programados.

Existen cuatro tipos de ejercicios que son importantes en los adultos mayores:

  • Actividades de resistencia: caminar, nadar o andar en bicicleta desarrollan resistencia y mejoran la salud del corazón y el sistema circulatorio.
  • Ejercicios de fortalecimiento: desarrollan tejido muscular y reducen la pérdida del mismo, lo cual está relacionado con la edad.
  • Ejercicios para estirar los músculos: para mantener el cuerpo ágil y flexible.
  • Ejercicios de equilibrio: para reducir las posibilidades de sufrir una caída.

Recomendaciones:

Conforme avanza la edad, muchos procesos metabólicos y físicos cambian, por lo cual, el adulto mayor debe modificar la intensidad, frecuencia y el tipo de ejercicio que realiza. 

  • La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que los adultos de 65 años en adelante dediquen 150 minutos semanales para realizar alguna actividad física. 
  • Es importante tomar en cuenta el estado físico del adulto mayor y las recomendaciones de un profesional de salud.
  • Los 150 minutos semanales pueden realizarse con intervalos de ejercicios de 10 minutos cada uno a lo largo de la semana.
  • Conocer al adulto mayor y motivarlo es parte fundamental para lograr una actividad física eficiente, por lo que deberá ser una actividad de su agrado, que sea adecuado y acorde a las necesidades del paciente.
  • Es importante que la familia y/o cuidador sea participe a esta actividad para incentivar y motivar al paciente.

¡La actividad física puede aumentar hasta dos años la esperanza de vida!

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